A Mike McCue las buenas ideas le suelen coger volando. Hace año y medio compró un puñado de revistas antes de embarcar a un avión. Empezó a ojearlas y al rato le asaltó una pregunta: "¿Por qué las páginas web no son tan bonitas como esto?", recuerda, y abre la revista National Geographic: fotos espectaculares a toda página, textos y diseño exquisitos. "La web es genial, pero deja mucho que desear en términos de estética", dice.
Afincado en Silicon Valley (California, EE UU) desde hace dos décadas, McCue siguió las reglas del lugar: si algo te molesta, monta una start-up para solucionarlo. Él ya había creado Paper Software (vendida a Netscape) y Tellme (adquirida por Microsoft). Flipboard es un agregador gratuito para el iPad en el que el contenido online es tan fácil de leer y tan apetecible como en una revista.
Año y medio después, Flipboard supera los cinco millones de registros, ha convencido a 50 medios, entre ellos The New York Times, Wired, o la BBC, de ceder su contenido, y ha lanzado versión para iPhone, con un millón de descargas en una semana. Grandes logros por los que ha apostado a lo grande: 60 empleados y 60,5 millones de dólares de inversión (47,7 millones de euros). ¿Tanto cuesta montar una aplicación?
McCue carraspea: "No somos solo una aplicación. Estamos intentando ayudar a los medios a presentar su contenido de forma más elegante y al lector a descubrirlo, leerlo y compartirlo más fácilmente", explica en su sede de Palo Alto.
La oportunidad, según McCue, está en la publicidad y en compartir los ingresos con los medios. Flipboard tiene un acuerdo con Condé Nast (editora de Vogue, Wired o The New Yorker) para mostrar sus anuncios en digital, pero a la vieja usanza, a página completa en el iPad en lugar de molestos banners. "Ese es el problema de la publicidad online, nos obsesionamos con los clics, pero las marcas en realidad quieren presentar una imagen creativa que lleve al lector a su web y comprar sus productos".
Flipboard, en el fondo, es una reinvención del RSS adaptado a la era de las tabletas y los móviles inteligentes. El lector puede ojear noticias por secciones, pasar página como si fuera una revista en papel, y comentar o acceder a historias que circulan por las redes sociales. "Solo mostramos la parte del artículo que nos permite cada medio, la primera frase, como el caso de The New York Times, el primer párrafo o todo, depende. Les redirigimos tráfico y no quitamos los anuncios de sus páginas, como hace Zite".