Una de las partes más importantes, si no la que más, a la hora de llevar a cabo un proyecto de estas dimensiones es cumplir con la normativa de la competición. Dicho reglamento asienta las bases de la Formula SAE y sirve de guía a la hora de desarrollar los prototipos. Así pues, podemos encontrar dentro de la normativa desde restricciones de potencia en los motores hasta las alturas de los alerones, pasando por el área mínima que ha de tener la luz de freno. Y es este último elemento el que vamos a tratar. En dicho documento se especifica tanto el color de la luz (rojo), como el área iluminada mínima (15cm2), además del posicionamiento del componente en el coche. La luz de freno es una parte necesaria en el prototipo; primero porque la normativa lo exige y segundo porque supone un método rápido y eficaz a la hora de detectar en pista si el piloto está actuando sobre el pedal del freno.
En el FSUPV-02 se ha optado por un diseño basado en innovadores materiales y procesos, como la fibra de carbono o la impresión 3D. Se pueden distinguir 3 partes fundamentales: el soporte de la luz, la placa electrónica y finalmente el sensor de presión.
Comencemos por este último; cuando el piloto presiona el pedal de freno un sensor de presión digital situado en una de las lineas del sistema de frenado, actúa como interruptor cerrando el circuito y alimentando la placa con 12 voltios activando así el indicador luminoso. La placa electrónica distribuye la corriente por 8 grupos conectados en paralelo que contienen cada uno 4 LEDs en serie. Estos grupos ven ajustada la corriente que circula por su línea con una resistencia de 220 ohmios cada uno. De este modo se obtiene una potencia consumida menor de 2 W por todo el conjunto. La PCB fue fabricada por el equipo usando una fresa CNC (Control Numérico por Computador) con excelentes resultados. En la siguiente imagen se puede observar el diseño realizado en CAD.
El soporte de la luz está fabricado enteramente en fibra de carbono con el objetivo de minimizar peso. Así mismo se diseñó de modo que se pudieran aprovechar puntos de anclaje del chasis ya existente. La placa electrónica se ajusta perfectamente a una caja rectangular diseñada para ser fabricada en dos partes por una impresora 3D, siguiendo una distribución de los LEDs elegante y sencilla. Las dos partes de la caja se unen mediante 4 tornillos M4 para garantizar una perfecta unión. Dicha caja fue diseñada para conseguir un cierre que asegurase la resistencia al agua, pues tal y como estipula la normativa si la luz fallará en una prueba podría ser motivo suficiente para la descalificación.
La luz de freno supone, sin duda, una de esas partes del coche que a veces pasan desapercibidas pero que son de vital importancia a la hora de desarrollar un prototipo de la altura del FSUPV-02.
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